-Votar a Escaños en blanco (Eb) = Vaciar escaños-

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Cuelga articulos sobre el voto en blanco o sobre la abstencion
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TEMA: Cuelga articulos sobre el voto en blanco o sobre la abstencion

Re: Cuelga articulos sobre el voto en blanco o sobre la abstencion hace 3 años, 6 meses #1110

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Una vez leida la "definicion" que refleja Wikipedia, creo que seria necesario, el cambiar dicho texto, dado que en mi opinion, deja mucho que desear.

No conozco el mecanismo existente para realizar el cambio correspondiente, asi que si alguien lo conoce, estaria bien que lo comentara, de forma que lo pudieramos hacer.

Igualmente seria bueno, ponernos en contacto con los y las compañeras de "ABLA", con el fin de comentarles, por lo menos a mi juicio, que intentaran cambiar su texto, ya que creo que no refleja tampoco correctamente su definicion

Un saludo

Re: Cuelga articulos sobre el voto en blanco o sobre la abstencion hace 3 años, 6 meses #1112

  • pollo
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Una vez leida la "definicion" que refleja Wikipedia, creo que seria necesario, el cambiar dicho texto, dado que en mi opinion, deja mucho que desear.

No conozco el mecanismo existente para realizar el cambio correspondiente, asi que si alguien lo conoce, estaria bien que lo comentara, de forma que lo pudieramos hacer.

Es simple, tiene arriba una pestaña que pone editar, le das y puedes editar el artículo, así de simple; lo malo es el politiqueo que hay por detrás, que si te amenazan con banearte por editar algún artículo, en fin, la wikipedia tiene muchas cosas buenas, pero no las encontraras en los artículos de política, historia ni sociedad. [firma:uno que ha salido escarmentado, aunque sigue editando para mejorar cosas]

Re: Cuelga articulos sobre el voto en blanco o sobre la abstencion hace 2 años, 8 meses #1219

  • txuri
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ElConfidencial/insurgente.-

Las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 7 de junio podrían elevar el listón de la abstención a un nivel que, además de romper todos los registros históricos, resultaría casi obsceno: más del 60% de los electores no acudirán ese día a las urnas, según los cálculos de participación que maneja el Gobierno y a los que ha tenido acceso El Confidencial.

Ese índice de apatía política, jamás alcanzado en España en unas elecciones de ámbito nacional, puede pasarle una costosa factura a José Luis Rodríguez Zapatero. El Gobierno teme, según las fuentes consultadas, que el generalizado malestar provocado por la crisis económica se traduzca en una desmovilización del electorado socialista y anime a los simpatizantes de la derecha a ejercer un voto de castigo contra Zapatero.

Las últimas elecciones europeas, celebradas en 2004 -el Parlamento de Estrasburgo se renueva cada cinco años-, ya arrojaron un índice de abstención escalofriante: un 54,06% del electorado no fue a votar. Ese porcentaje fue el más alto registrado en España en unos comicios de carácter nacional (generales, municipales y europeas) desde la plena restauración de la democracia, en 1977. Pero los sondeos de los que dispone el Gobierno pronostican que el próximo 7-J la participación será aún mucho más raquítica que en 2004 -apenas rozó entonces el 46%-, y podría no superar el 35%.

Pero no es la desbocada abstención el único elemento que puede jugar en contra de Zapatero. La tendencia, generalizada en el electorado de los países de la UE, de castigar en los comicios europeos al partido que gobierna, y sobre todo la magnitud de la recesión económica, hacen temer al Ejecutivo socialista una auténtica debacle electoral. Por si fuera poco, la cercanía de la cita con las urnas -faltan poco más de dos meses- apenas deja margen de maniobra al Gobierno para poner en marcha nuevas medidas anticrisis o, al menos, para que las ya aplicadas dejen notar sus efectos.

Es cierto que en 2004 el PSOE ganó las elecciones europeas siendo ya Zapatero presidente del Gobierno, convirtiéndose en la excepción que confirma la citada regla según la cual los electores pasan factura al partido instalado en el poder. Pero hay una explicación para esa anomalía: los comicios al Parlamento Europeo se celebraron el 13 de junio, es decir, sólo dos meses después de la primera victoria en las urnas de Zapatero, tras los traumáticos atentados terroristas del 11-M.

Nuevas circunstancias

El Ejecutivo socialista se benefició entonces de dos circunstancias que, con toda certeza, no se darán el próximo 7-J: por un lado, su bisoñez jugó a su favor, ya que el equipo de Zapatero, recién aterrizado en La Moncloa, no tuvo tiempo de sufrir el menor desgaste. Y por otro, esa misma cercanía de las generales provocó en las europeas un efecto de arrastre del voto que también favoreció al PSOE.
Lo que tanto el PSOE como el PP dan prácticamente por seguro es que las próximas elecciones europeas se decidirán en clave nacional, y que la política comunitaria influirá poco en los electores a la hora de decidir su voto. De hecho, la "falta de sentimiento europeo" fue la razón más esgrimida para justificar la escasísima participación en los comicios de 2004, según reveló una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) elaborada pocas semanas después.

El pasado martes, el Parlamento Europeo dio a conocer la campaña institucional que, bajo el lema Tú eliges, tratará de fomentar la participación en las elecciones del 7-J. La campaña cuenta con un presupuesto global de 18 millones de euros y ha sido lanzada simultáneamente en los 27 países miembros de la UE. Pero al menos en España ha pasado prácticamente inadvertida. Un indicio, sin duda, de que los sondeos de participación que maneja el Gobierno no van desencaminados.
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¿No os parece que con este escenario que se plantea, si fueramos capaces de recoger las 15.000 firmas que necesitariamos para estar presentes en estas elecciones, podriamos tener alguna posibilidad?

Vamos a pensarlo seriamente, porque podria ser un momento oportuno para avanzar de cara a nuestro objetivo,

Un saludo

Re: Cuelga articulos sobre el voto en blanco o sobre la abstencion hace 2 años, 8 meses #1229

Saludos a todos: Me parece oportuno que, junto a todos los artículos de opinión sobre el voto en blanco y la abstención, recordemos también la posición de Ciudadanos en Blanco a este respecto.
Para ello os copio a continuación dos artículos ya clásicos sobre el lugar que Ciudadanos en Blanco quiere ocupar en la palestra política.
Un abrazo. Fedro Galindo Tapias.

CIUDADANOS EN BLANCO, SU JUSTIFICACION
1.- Enraizado en el Voto En Blanco
?Ciudadanos en blanco? ha partido -y parte- de la oportunidad e incluso necesidad de fomentar y practicar el ?voto en blanco? en las distintas convocatorias electorales.
El razonamiento común que en ?ciudadanos en Blanco? nos hemos hecho es el siguiente:
En nuestra sociedad parece percibirse cada día con mayor amplitud un déficit de justicia y democracia en las instituciones políticas, que produce en muchos ciudadanos rechazo de la política al uso y, con alguna frecuencia, rechazo del sistema político vigente, tal como está plasmado en las leyes y en la propia constitución; lo que les lleva, a la hora de las elecciones a los consistorios y a los parlamentos, a la abstención o al voto en blanco.
Para unos actúa como motivación de su postura la corrupción, demasiado frecuente, a su juicio, y no ejemplarmente castigada y que se acerca hasta los mismos aledaños del poder. (Corrupción hoy evidenciada con toda claridad a lo largo y ancho del país en la construcción y el urbanismo).
Para otros, es la ya crónica enfermedad del paro y del trabajo precario, amen de la exclusión social a que muchos están abocados cuando no han caído ya. Añádase la disparatada y aberrante espiral del precio de las viviendas que hipoteca toda la vida laboral de una persona.
Les mueve, asimismo, el desmantelamiento, por privatización, de determinados servicios públicos en sanidad, educación y trasportes, por ejemplo. Les inquieta la falta de atención a los problemas fundamentales de cara al futuro: contaminación y cambio climático, desertización, agotamiento de recursos no renovables, nuestra participación en las guerras exteriores y el armamentismo en que a través de la OTAN y la UE, entre otros organismos internacionales, estamos insertos.
Algunos -más bien, muchos- apuntan al déficit democrático como tal: listas cerradas en las candidaturas, estructura piramidal de los partidos políticos, opacidad de su financiación, obediencia de senadores y diputados al partido propio y no a los electores, búsqueda descarada del poder y el privilegio, abuso de las mayorías, etc.
Otros más, conscientes de que de hecho todos los pueblos y países estamos relacionados, no ven ni intención ni programas creíbles y eficaces para abordar los problemas de justicia, estrechamente vinculados a la viabilidad de la paz, que genera en el mundo la tremenda e injusta desigualdad entre ricos y pobres, entre integrados y excluidos.
Preocupa, en este sentido, la vinculación con organismos internacionales, comenzando con la Unión Europea, que generan ingente materia legislativa vinculante para nuestro país, pero nunca explicada con suficiencia y debatida con conocimiento de causa por los ciudadanos.
Un grupo numeroso de ciudadanos cree que el sistema legal vigente no ampara como es debido los derechos sociales y económicos de las personas, pueblos y colectividades; máxime, cuando se da, con apoyo de la legalidad, una defensa a ultranza de la propiedad privada ilimitada (véase, por ejemplo, el caso de las patentes farmacéuticas de tan negativa influencia entre los pobres) y de los derechos del sistema financiero (véase el añejo, pero sangrante, problema de la deuda externa). Resulta en este sentido paradigmática la dificultad de acceder hoy, en nuestro país y también en los de nuestro entorno, a una vivienda digna, a no ser hipotecando toda la vida laboral y, como consecuencia, la vida sin más (hipotecas a 30, 40 y hasta 50 años).
Todo este conjunto de razones -para unos, todas; para otros, algunas- hacen creer que es el sistema como tal el que debe reformarse y que los partidos políticos, tal como están estructurados, no pueden dar respuesta a las exigencias políticas y sociales de hoy. Y eso es lo que lleva a algunos a abstenerse en las elecciones y a otros -persuadidos de que la sola abstención puede ser tachada de irresponsable- al voto en blanco o a elegir la candidatura que, entre todas las propuestas, le parece la menos mala.
Evidentemente, ?Ciudadanos en Blanco? opta por el ?voto en blanco?, convencidos de que la mera abstención es objetivamente una dejación de responsabilidad. Cuando se nos convoca a manifestarnos sobre algo importante para la sociedad -y las elecciones lo son- nuestra respuesta debe ser clara y -así lo entendemos- la abstención no lo es; aunque, sin duda, ésta que entendemos como irresponsabilidad ciudadana deba preocuparnos a todos, pues es el síntoma de una atonía o fatalismo social de muchos que o desesperan de la posibilidad de que la sociedad pueda mejorar, o creen que solo la subversión puede cambiarla, o que lo mejor es colocarse al margen y sacar el mayor provecho individual posible.
No ignoramos que muchas personas que se abstienen en las votaciones están tratando de construir al margen de las instituciones vigentes una sociedad mejor y más justa. En construir más allá e incluso por encima de lo existente. Estamos de acuerdo y en ello estamos también nosotros. Lo que nos atrevemos a recomendar a éstos es que también, a través del voto en blanco manifiestan su desaprobación a lo existente, pues su simple abstención siempre resultará cuando menos confusa.
En cuanto a los que eligen ?como mal menor? al o lo menos malo, solamente recordarles que situarse en esa zona de tibieza entre lo frío y lo caliente puede resultar ?el mal mayor? pues colabora a perpetuar indefinidamente los fallos y deficiencias del sistema.
2.- El Plus de Ciudadanos en Blanco:
Partiendo, pues, de la convicción de que es el sistema como tal el que debe reformarse y que los partidos políticos, tal como están estructurados, no pueden dar respuesta a las exigencias políticas y sociales de hoy, el problema está en que, legal y constitucionalmente, el simple voto en blanco no resulta eficaz, al menos a corto plazo, para cambiar la forma de hacer política ni, por supuesto, las estructuras socio¬políticas; aun reconociendo la ingente y meritoria labor de concienciación que han llevado a cabo determinados grupos que han promovido sin descanso el voto en blanco desde muy sólidas razones.
Presentar un nuevo partido tampoco tendría sentido, pues los condicionamientos existentes le obligarían a entrar por el sistema en que están enredados los demás. Igualmente, proponer una nueva ley desde la iniciativa popular no parece poder llegar lejos; pues, aparte de la difícil recogida de medio millón de firmas, la ley propuesta habría de ser debatida por los menos interesados en que salga adelante.
Una salida imaginativa -y creemos que eficaz, como comienzo de un camino- es la del colectivo "Ciudadanos en Blanco". Este colectivo se ha constituido recientemente (apenas hace cuatro años) en partido político, pero atípico (un no-partido, dicen ellos), con una doble finalidad:

1°.- Impedir que los partidos que se presenten a las elecciones se apropien del voto en blanco y, hasta cierto punto, también de la abstención.
2°.- Dar una salida -volviendo eficaz el voto en blanco- a los votantes en blanco y a los que, a la hora de elegir entre los partidos existentes, se rigen por la regla del menos malo.
Por ello, llevan como punto único y exclusivo de su programa que se modifiquen las leyes correspondientes o se promulgue una nueva para que se computen los votos en blanco en igualdad de condiciones con los de las candidaturas, de modo que se dejen sin ocupar -queden vacíos- los escaños que, por el número de votos en blanco emitidos, pudieran corresponderles. Su lema es: POR UN VOTO EN BLANCO COMPUTABLE.
Mientras esa ley no se promulgue, ?Ciudadanos en Blanco?, siempre que se presente a las elecciones, pedirá el voto para su formación, comprometiéndose a dejar vacíos los propios escaños que pudieran corresponderle.
Por lo demás Ciudadanos en Blanco se disolvería inmediatamente que la ley que solicita fuese aprobada; pues no tiene ninguna voluntad de poder.
De esta forma ?Ciudadanos en Blanco? asume todas las razones de los votantes en blanco, que quieren profundizar la democracia, sin especificar ninguna ni hacerla suya en exclusiva. Únicamente pretende que se visibilice en los parlamentos la disconformidad de estos votantes que no se encuentran en pie de igualdad con los que votan a las demás formaciones políticas.
Otra cosa es que, iniciado este camino y caminado por él el espacio suficiente, no se alegren -que sí se alegrarán- de que aquellos que se sientan impulsados a ello den futuros pasos de propuestas concretas. Ahora dejan la pelota en el tejado de los partidos tradicionales por si, recibido este serio aviso, son capaces de cambiar de rumbo y votan la ley que se les pide.
3.- Ciudadanos en Blanco, Partido abierto
Partimos de un hecho. Según el registro del Ministerio del Interior, son varios centenares los partidos políticos inscritos; en su mayoría, lo que entendemos por partidos testimoniales. Incluso son abundantes los de ámbito exclusivamente municipal.
Comprendemos efectivamente (y no vamos nosotros a negar su legitimidad) que muchos grupos de ciudadanos, descontentos con el discurrir de la vida política, quieran, al margen de los partidos al uso, proponer, en las contiendas electorales sus puntos de vista y para ello constituyan partidos políticos haciendo hincapié en uno u otro punto programático para darle autenticidad a la democracia. Sin duda, estos grupos hacen una labor positiva como movimientos sociales, pues airean y ponen de relieve un conjunto de problemas reales y planteamientos distintos que generalmente ignoran o desprecian los ?profesionales? de la política.
Sin embargo, entendemos nosotros, en orden a ser eficaces este proceder choca con dos enormes dificultades. Por una parte, el blindaje de los políticos al que ya nos hemos referido. Y, por otra, la inevitable atomización de grupos y tendencias debido a las diferentes razones por las que cada grupo se opone al actual proceder político. De ahí que ?Ciudadanos en Blanco?, aun aceptando como válidas las razones de cada grupo, apueste por el voto en blanco sin más aditamentos y sin potenciar unas razones sobre otras. Confluimos y coincidimos con todos en el rechazo y eso es lo que expresa el ?voto en Blanco Computable?; que se escuche al conjunto de los que no están de acuerdo.
Lo cual no quiere decir que cada grupo, en campaña electoral y fuera de ella, no pueda y deba manifestar públicamente sus razones y propuestas; lo que, desde luego, enriquecerá enormemente la conciencia política de los ciudadanos. Pero lo que pedimos al ciudadano, a la hora de votar, es que, mediante ?Ciudadanos en Blanco? manifieste su voluntad de que el voto en blanco, es decir, su rechazo responsable, sea ?computable?.
Se comprende así por qué ?Ciudadanos en Blanco? no puede coaligarse con otros grupos que incluyen en su programa una lista de reivindicaciones o propuestas detalladas, pues nos veríamos obligados a no coaligarnos con otros grupos que también ofrecen propuestas concretas pero distintas de las de los anteriores. No es por desprecio a ninguno sino por respeto a todos. No podemos elegir; pues tendríamos que dejar fuera a muchos que también tienen sus razones válidas para el rechazo, y contentar a todos supondría elaborar un programa completo de acción política, y a eso por principio renunciamos para no caer en la trampa del sistema y para dejar, como venimos defendiendo, la pelota en el tejado de quienes se atreven a constituirse en ?profesionales? de la política. Solo, pues, podemos coaligarnos con quienes en su programa lleven como único punto la reivindicación del ?Voto en Blanco Computable?, aun cuando, repetimos, lo defiendan desde sus planteamientos y razones (Sólo rechazamos los planteamientos y razonamientos que justifiquen o defiendan la violencia o propugnen soluciones manifiestamente antidemocráticas). Con esta condición estamos dispuestos a unirnos en pie de igualdad a todos los que lo deseen. De otra manera sólo nos es posible caminar por nuestra cuenta hasta donde nos sea posible y hasta donde seamos comprendidos.
Donde realmente ?Ciudadanos en Blanco? está abierto a todos es en la promoción y composición de sus posibles listas electorales. Cualquier grupo de ciudadanos de un municipio, de una provincia o de una autonomía puede presentar una lista como ?Ciudadanos en Blanco? siempre que el ?VOTO EN BLANCO COMPUTABLE? sea su punto programático (defendido, como ya hemos dicho, desde sus propios planteamientos), y ?Ciudadanos en Blanco?, en cuanto partido político lo asumirá como propio.
Por ?Ciudadanos en Blanco? Fedro Galindo Tapias
www.ciudadanosenblanco.com
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Re: Cuelga articulos sobre el voto en blanco o sobre la abstencion hace 2 años, 8 meses #1230

Hola: Mando ahora el segundo artículo que no cabía en el mensaje anterior. Fedro.

ABSTENCIONISTAS, VOTANTES EN BLANCO Y PARTIDOS MINORITARIOS CONTESTATARIOS,
y el problema de los descontentos divididos (a propósito de las elecciones al Parlaamento Catalán, pero con validez para todas las elecciones.)

Únicamente un masivo clamor unánime y conjuntado de cuantos ciudadanos, por unas u otras razones, se oponen con honrada lucidez a este estado de fallida democracia puede deslegitimar la actual forma de hacer política. Se trata de un proceso de desasistencia activa, de no entrar en el juego, en su juego.

Si algo han puesto en evidencia estas elecciones al Parlamento Catalán es el aumento de la brecha existente entre los políticos ?profesionales? y el resto de los ciudadanos.

Los que se han abstenido y los que han votado en blanco suman prácticamente el 50% del electorado; máxime si les añadimos los promotores y votantes del conjunto de los muy minoritarios partidos presentes en la brecha con el único objetivo de que se oyera su protesta y se conociera su utopía. Y ello, en este caso, a pesar de que la reciente aprobación del Estatut (por cierto, con elevadísima abstención también) parece que debería haber motivado al electorado a la hora de elegir a quienes, para bien o para mal, han de llevarlo a la práctica.

Ni la novedad, pues, del Estatut ni el vocerío de los políticos queriendo enfatizar la trascendencia de estas elecciones han movilizado, no digamos ya entusiasmado, a los electores. No nos alegra, en modo alguno, esta situación, pues estamos muy lejos de minusvalorar y mucho menos de banalizar el divorcio existente entre los políticos gobernantes y los ciudadanos, cuando el bien común de la sociedad exigiría más bien un matrimonio bien avenido. El problema es muy grave y merece la pena esforzarse por comprenderlo y por ponerle remedio.

En esta página web (en los artículos ?Ciudadanos en blanco? y ?algunas razones para votar en blanco?) se puede encontrar una amplia lista, no desde luego exhaustiva, de los hechos y razonamientos que llevan -están llevando- a muchos ciudadanos a la conclusión de que el sistema político que nos rige no funciona adecuadamente; es más, muchos ciudadanos piensan -pensamos- que es el sistema político como tal el que debe reformarse y que los partidos políticos, tal como están estructurados, no pueden dar respuesta a las exigencias políticas y sociales de hoy.

Comprendemos que en una situación así diversos grupos de ciudadanos, al margen de los partidos consolidados pero ineficaces, se constituyan en partido y concurran a las elecciones con diversas propuestas, la mayoría muy laudables, para mejorar el funcionamiento de la democracia. Nosotros, por el contrario, creemos, después de muchos años de lucha por parte de alguno de nosotros, que el actual sistema de partidos está ?bunquerizado? y ?blindado? por partida doble. Por una parte, los cargos electos se deben a los partidos que los presentan y no a los electores, al tiempo que la ley electoral privilegia a los partidos con más votos conseguidos; y por otra parte, el sistema socio-económico consagrado en la constitución hace que los mejores deseos de auténtica democracia social y económica no puedan prosperar (piénsese, por ejemplo, en el problema de la vivienda que, mientras formalmente está amparado en la constitución, la combinación de los derechos ilimitados de la propiedad privada y del sistema financiero lo vuelven insoluble en la práctica). Por ello estamos convencidos de que tratar de luchar en su campo y con sus armas es quedar vencido de antemano y caer en la trampa que nos tienden.

Nuestra opinión es que únicamente un masivo clamor unánime y conjuntado de cuantos ciudadanos se oponen con honrada lucidez a este estado de fallida democracia, unos por unas razones y otros por otras, puede deslegitimar la actual forma de hacer política. Se trata de un proceso de desasistencia activa, de no entrar en el juego, en su juego. En este sentido tiene, sin duda, mucho peso e importancia la presión ante los distintos niveles de la Administración de los movimientos sociales que no se dejan sobornar con la limosna de las subvenciones. Pero, a nivel político, este clamor, entendemos, tiene un camino y un nombre: VOTO EN BLANCO.Nos alegramos, por ello, de que el voto en blanco vaya aumentando. En estas elecciones al parlamento catalán se ha multiplicado por dos. 60.000 votos colocan al voto en blanco por encima de la mayoría de los llamados partidos minoritarios o testimoniales, y, frente a la abstención, que ciertamente puede ser acusada de irresponsabilidad, evidencia que crece entre los ciudadanos la voluntad de participar activamente en la política, aunque sea por el momento sólo para explicitar su ?no?, su rechazo a lo que se viene haciendo.

Evitando la trampa que nos tienden de luchar en su campo y con sus armas donde se sienten invencibles, se trata de dejar la pelota, es decir, la responsabilidad, en el tejado de los partidos tradicionales al uso, por si, escuchando el clamor del pueblo, son capaces de cambiar de rumbo. Alegrándonos, pues, del progreso del voto en blanco, ?Ciudadanos en Blanco? quiere dar un paso más en la línea de la eficacia. Pretende, presentándose a las elecciones con el único punto programático del ?voto en blanco computable?, dar visibilidad al voto en blanco que, por sí sólo, no puede aparecer en campaña. Que por ley el voto en blanco compute, es decir, se cuente, en igualdad de condiciones con el resto de los votantes a los demás partidos. (En la documentación que aparece en esta página concretamos todo lo referente a este punto). Comprendemos (y no vamos nosotros a negar su legitimidad) que muchos grupos de ciudadanos, descontentos con el discurrir de la vida política, quieran, al margen de los partidos al uso, proponer, en las contiendas electorales sus puntos de vista y para ello constituyan partidos políticos haciendo hincapié en uno u otro punto programático para darle autenticidad a la democracia.

Sin duda, como hemos afirmado más arriba, estos grupos hacen una labor positiva como movimientos sociales pues airean y ponen de relieve un conjunto de problemas reales y planteamientos distintos que generalmente ignoran o desprecian los ?profesionales? de la política. Sin embargo, entendemos nosotros, en orden a ser eficaces este proceder choca con dos enormes dificultades. Por una parte, el blindaje de los políticos al que ya nos hemos referido. Y, por otra, la inevitable atomización de grupos y tendencias debido a las diferentes razones por las que cada grupo se opone al actual proceder político. Da ahí que Ciudadanos en Blanco, aun aceptando como válidas las razones de cada grupo, apueste por el voto en blanco sin más aditamentos y sin potenciar unas razones sobre otras. Confluimos y coincidimos con todos en el rechazo y eso es lo que expresa el ?voto en Blanco Computable?; que se escuche al conjunto de los que no están de acuerdo. Lo cual no quiere decir que cada grupo, en campaña electoral y fuera de ella, no pueda y deba manifestar públicamente sus razones y propuestas; lo que, desde luego, enriquecerá enormemente la conciencia política de los ciudadanos.

Pero lo que pedimos al ciudadano, a la hora de votar, es que, mediante ?Ciudadanos en Blanco? manifieste su voluntad de que el voto en blanco, es decir, su rechazo responsable, sea ?computable?. Se comprende así por qué ?Ciudadanos en Blanco? no puede coaligarse con otros grupos que incluyen en su programa una lista de reivindicaciones o propuestas detalladas, pues nos veríamos obligados a no coaligarnos con otros grupos que también ofrecen propuestas concretas pero distintas de las de los anteriores. No es por desprecio a ninguno sino por respeto a todos. No podemos elegir; pues tendríamos que dejar fuera a muchos que también tienen sus razones válidas para el rechazo, y contentar a todos supondría elaborar un programa completo de acción política, y a eso por principio renunciamos para no caer en la trampa del sistema y para dejar, como venimos defendiendo, la pelota en el tajado de quienes se atreven a constituirse en ?profesionales? de la política. Solo, pues, podemos coaligarnos con quienes en su programa lleven como único punto la reivindicación del ?Voto en Blanco Computable?. Con esta condición estamos dispuestos a unirnos en pie de igualdad a todos los que lo deseen. De otra manera sólo nos es posible caminar por nuestra cuenta hasta donde nos sea posible y hasta donde seamos comprendidos. Por ?Ciudadanos en Blanco?Fedro Galindo Tapias
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